Historia de La Cumbrecita

Entrada al pueblo La Cumbrecita
Entrada al pueblo La Cumbrecita
En el año 1932 viajó a la Argentina el doctor Helmut Cabjolsky, acompañado por sus hijos Helmut y Klaus, su ama de llaves llamada Liesbeth Mehnert y su marido Kurt Menhert. En 1934, durante su estadía en Argentina, con el latente recuerdo de los paisajes de montaña de su tierra natal, Helmut Cabjolsky compró 500 hectáreas de terreno en plenas sierras cordobesas. Allí se encontraba el cerro denominado Cumbrecita, de 1.450 metros sobre el nivel del mar.

En aquellos tiempos el paisaje era meramente agreste, sin la inmensa cantidad de árboles presentes en la actualidad. Los cuñados del doctor M. Cabjolsky, F. y E. Behrend, llegaron de Europa y vivieron en carpas hasta que abrieron un vivero. Luego realizaron el cercado de una buena parte del campo y el trazado de la huella de acceso desde Los Reartes.

La primera edificación, realizada en adobe de barro, fue iniciada en el año 1935. Originalmente ideada como casa de veraneo, con el tiempo se transformó en un albergue para las amistades de Cabjolsky. Los empleados de Cabjolsky, el matrimonio Mehnert se dedicó a la elaboración de postres típicos centroeuropeos. Actualmente puede visitarse la “Confitería Liesbeth”.

La divulgación del encanto natural del lugar fue circunstancial en los inicios y de boca en boca. En aquella época no se pensaba en la posibilidad de convertir a La Cumbrecita en un centro de atracción turística. Es más, los alemanes que allí se asentaban no tenían ninguna intención de recibir turismo. Se ubicaron en esa zona para evitar el contacto directo con los lugareños.

En la actualidad, La Cumbrecita es un polo importantísimo de atracción turística. Es considerado como uno de los lugares más importantes, exclusivos y selectos de la provincia de Córdoba. Las sierras cordobesas son catalogadas por especialistas en salud como un lugar ideal por su clima.

Información turística


por Adri�n Blanco